ALADOS respalda al equipo realizador de “Igualada” y rechaza las acciones de acoso e intimidación de congresistas

Bogotá, 21 de noviembre de 2024

La Corporación Colombiana de Documentalistas (ALADOS), comprometida con la defensa del cine independiente y el fortalecimiento de la democracia cultural, expresa su pleno apoyo al equipo realizador del documental “Igualada”, una obra que narra en clave de no ficción la vida y el legado de la vicepresidenta Francia Márquez. Asimismo, condenamos enérgicamente las acciones de acoso, burlas y señalamientos infundados provenientes de ciertos sectores políticos, particularmente de congresistas que han intentado deslegitimar este proyecto por razones políticas. Crítica que, desde ya, se advierte infundada  por las razones que a continuación se exponen.

Con desatino e imprecisión, congresistas y otras figuras políticas han realizado afirmaciones orientadas a señalar “Igualada”. Esto bajo el argumento de que la película fue financiada con dineros del gobierno. Con respecto a ello, es importante aclarar que el Fondo de Desarrollo Cinematográfico (FDC) es un fondo financiado a través de una contribución parafiscal de la industria del cine, principalmente mediante un porcentaje de las taquillas de salas de cine en el país, no por dineros del gobierno, tal como lo dispone la Ley 814 de 2003 o ‘Ley de Cine’.  

El destino de los recursos del fondo es determinado por el Consejo Nacional de las Artes y la Cultura en Cinematografía (CNACC) y Proimágenes Colombia, entidad encargada de recaudar, administrar y ejecutar. El estímulo que fue otorgado a la película en cuestión, hace parte de la categoría de estímulos automáticos para la promoción de largometrajes y es un apoyo exclusivamente para el estreno de películas colombianas en salas de cine.  Para que el estímulo sea otorgado debe cumplir requisitos de duración, porcentajes de participación mayoritariamente colombiana, tener un contrato con una distribuidora y una estrategia para el estreno. Ese estímulo se le ha dado a todas las películas colombianas estrenadas en salas por parte de distribuidoras independientes, es decir, más del 80% de las películas colombianas, según el Boletín Cine en Cifras No.26 de abril de 2024. El señalamiento hecho a la película Igualada demuestra el desconocimiento que hay sobre el funcionamiento del sector cinematográfico nacional y de los actores que lo componen.

A pesar de contar con los méritos y calidades suficientes para ganar la convocatoria y obtener el estímulo del FDC, al abordar temas como la desigualdad, el racismo estructural y el empoderamiento comunitario, la obra ha sido interpretada por sus detractores como un “instrumento propagandístico” a favor del gobierno actual. En realidad, la película se inscribe dentro de una larga tradición de cine documental que busca visibilizar a líderes sociales y políticos, especialmente aquellos que rompen moldes y representan comunidades históricamente marginadas. 

Críticas similares se han hecho en el pasado a obras sobre figuras públicas, mostrando cómo el arte puede convertirse en un campo de batalla ideológico en contextos de polarización. De esta manera, en un país históricamente marcado por desigualdades, las narrativas que visibilizan liderazgos como el de Francia Márquez son esenciales para promover el reconocimiento y el diálogo social. Criticar estos relatos desde prejuicios o intereses partidistas no solo limita la libertad de expresión artística, sino que también atenta contra el derecho de las audiencias a conocer historias diversas y complejas más allá de lo que ciertos sectores políticos pretenden establecer. Esta instrumentalización de una obra cinematográfica para ataques políticos no solo deslegitima el trabajo de los realizadores, sino que también limita la discusión pública sobre el impacto y valor de las representaciones artísticas en el ámbito político y cultural. 

El documental, dirigido por Juan Mejía Botero, representa un ejercicio legítimo de memoria y construcción cultural. Más allá de las polémicas, su selección en eventos internacionales como el Festival de Cine de Sundance ratifica su valor artístico y narrativo. Es profundamente preocupante que en lugar de celebrar los logros del cine colombiano, ciertos actores políticos instrumentalizan la obra para promover discursos que desinforman y desacreditan basados en el desconocimiento del funcionamiento de la industria del cine nacional y particularmente del Fondo de Desarrollo Cinematográfico (FDC). 

El FDC ha sido esencial para el crecimiento de la cinematografía nacional, apoyando obras que han llevado el nombre de Colombia a escenarios globales y fortaleciendo las capacidades de nuestros cineastas. ALADOS reafirma su compromiso con la defensa del arte, la cultura y el cine como herramientas fundamentales para la reflexión social y el diálogo democrático. Por lo que exhortamos a los sectores políticos y a la ciudadanía a respaldar y proteger estos espacios vitales para la expresión cultural. E instamos a los actores políticos a respetar la autonomía del sector cultural y a no coartar el desarrollo de iniciativas artísticas mediante desinformación o acoso público.