¿INCIDENCIA POLÍTICA O POLITIZACIÓN?

Julio Lamaña

Publicado en el Boletín ALADOS del mes de julio 2024

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En base a la aparición de un Sindicato Audiovisual en Colombia se ha dado un sano debate sobre la participación de ALADOS en el sí del Sindicato. No se trata aquí de discutir la adhesión individual de los y las socias de ALADOS al Sindicato (que por supuesto no compete a la entidad) sino de cuál es el rol que debe jugar ALADOS como asociación independiente.

Creo fervientemente en el papel de la sociedad civil en su rol de transformación social, sociedad civil que se mueve desde objetivos comunes para realizar cambios estructurales. ALADOS es un ejemplo paradigmático. Participa en el CNACC, en la Mesa de Gremios y está presente en mesas de trabajo con la DACMI y el Ministerio de Trabajo, entre otras participaciones muy significativas. Allí ha luchado y lucha por mejorar las políticas públicas que inciden en el cine colombiano. Y lo hace sin defraudar los objetivos que marcan sus Estatutos. Esa es la incidencia política que yo espero de una asociación como la nuestra.

Ahora bien, un Sindicato tiene entre sus objetivos una acción política que frecuentemente, no solo a nivel colombiano sino a nivel mundial, hace que apoye a partidos políticos y candidatos que pueden incidir en los objetivos del sindicato. Esto está muy bien y forma parte de su acción natural. Un sindicato se convierte así en muchos lugares como el brazo obrero de un partido político en concreto.

Sin embargo, ALADOS no tiene entre sus objetivos esa acción que puede correr el riesgo de politizar a nuestra Corporación. Los y las socias se suman a ALADOS por unos objetivos que trascienden a los partidos políticos y  a sus intereses. Ya en el anterior editorial de Junio, Andrés Pedraza intuía algunos riesgos «como la dificultad de unificación de criterios y poder cobijar la diversidad de opiniones al tomar una decisión. Además, existe el peligro de ser cooptados o instrumentalizados por poderes superiores. Riesgos y peligros propios de la democracia, que deben ser afrontados con el monitoreo permanente, la denuncia y la resistencia, pero jamás con el silencio o el desistimiento a participar y alzar nuestras voces y pensar y repensar nuestra identidad.»    

En «La línea de fuga» de Deleuze y Guattari se plantea que la forma más efectiva de oponerse al capitalismo y al Estado no es a través de la confrontación directa sino a través de acciones protagonizadas por quiénes desean crear nuevas formas de comunidad. Si repasamos la historia, nos damos cuenta que los movimientos de resistencia popular más exitosos han adoptado la forma de agrupaciones y asociaciones independientes que se sitúan fuera del alcance de los modelos formateados.

No se trata de huir de la presencia de ALADOS en todos los espacios de discusión pero sí de alertar sobre lo que puede significar la politización partidista dentro de una asociación como ALADOS. Mantener la independencia de ALADOS a toda costa en el respeto a la diversidad de sus asociados y asociadas se me antoja como la forma más efectiva de construir políticas públicas que defiendan al sector del cine documental y a sus trabajadores y trabajadoras.