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Desde diferentes experiencias y miradas, pedimos a las Aladas Consuelo Castillo, directora de DOC:CO y a Liliana Sayuri Matsuyama , directora de María Salvaje que escribieran sobre distribución y exhibición de cine independiente en Colombia. Publicado en el boletín mensual de julio de Alados
La terquedad de la pantalla
Por Consuelo Castillo
No llevo poco trabajando en cine, fui afortunada al vivir desde el Ministerio de Cultura, lo que muchos llamaron los primeros resultados de la implementación de La Ley de Cine en el país. En poco tiempo el número de estrenos nacionales en salas de cine se incrementó de 11 a 25, a 32, y a 53 en los últimos años.
Ya sabemos todos las cifras, no es necesario que en este pequeño texto volvamos a ellas, pero hay tantos puntos a pensarnos en la manera como circulan nuestras películas, y cada vez más siento que debería ser el momento de parar y pensarnos sobre el sentido de lo que hacemos.
Las cifras para el cine independiente en las salas de cine, después de la pandemia, nos lo han mostrado claramente, hoy que una película en Colombia llegue a más de diez mil espectadores es un milagro. Diez mil en un país de aproximadamente cuarenta millones de personas, llegó la hora de darnos cuenta de que ese paradigma ya no existe más. Ese camino tradicional que nos hemos planteado, creo que somos tercos en seguir reproduciendo un camino que en varias oportunidades ha sido triste para muchos de nosotros.
Las salas de cine son y serán un lugar privilegiado y hermoso, pero y si descubrimos que tal vez nuestra película no tiene que utilizar esa pantalla, si entendemos que posiblemente la obra que preparé durante todo este tiempo puede vivir en otra ventana, y sé que todos dirán que es muy obvio lo que menciono, pero no lo creo tanto, en algunas oportunidades lo he planteado y no hemos podido llevarlo a cabo.
Cito el dato final por el cual inicie este pequeño texto. “Hoy las salas de cine son únicamente el 20 por ciento del recaudo de una película”, y confirmo, ya son tantos años de tanto trabajo intenso por parte de todos los involucrados en estos caminos, que creo que llegó la hora de redefinirnos, de pensarnos y de aceptar los cambios que nos están dando la experiencia de tantos.
La distribución de María Salvaje
Por Liliana Sayuri Matsuyama Hoyos
María Salvaje se estrenó en salas de cine el 15 de diciembre del 2022 y continúa su ruta de distribución en otras ventanas, espacios alternativos y festivales de cine. Hasta el momento pienso que la relación con el público ha sido de polos opuestos; o conecta o incomoda. En el caso de las salas de cine, el tener cubrimiento en los medios masivos de comunicación nacionales (prensa, TV, radio, revistas) con grandes audiencias marcó claramene el flujo del público. Esa reacción de los medios, tuvo un trabajo importante de free press y coincidió a nivel de noticias con la atención que se dedicó al tema del abuso y la violencia contra la mujeres en general; en especial el caso del abuso hacia las niñas indígenas.
El mensaje central en la estrategia de redes sociales fue ¿Cómo una niña/mujer rebelde puede encontrar un lugar en un mundo hostil y patriarcal? Esto conectaba con un público que se identificaba con el relato feminino y maternal a pesar de las diferencias. Sin embargo, María Salvaje despertaba una incomodidad en lo narrado; hacía pensar en dilemas morales. En las conversaciones con el público fue evidente que, como directora no podía resolver porqué era incómodo…y se volvía una contra pregunta para quien la formulaba: “Porqué es incómodo para Ud como espectador?”. En esas conversaciones con el público y la prensa descubrí que María Salvaje tenía una reacción genuina e intensa (por la razón que fuera) y eso fue una gran alegría y alivio como cineasta. La distribución de María Salvaje era arriesgada, justamente por esa “incomodidad” de lo narrado.
Resalto también el haber podido presentar el documental en una sesión con cineclubistas -que se realizó casi de manera simultánea con las proyecciones en las salas de cine-, con la presencia de una de las protagonistas; la familiaridad y el trato cercano, el espacio físico era el más propicio para que ella pudiera establecer una comunicación con el documental, verse a ella misma en la película y conversar con el público con el cuidado que se requería, por la intimidad de la infancia y adolescencia de ella y su familia en el documental.