Por Diana Díaz Soto, socia de ALADOS (Texto publicado en el boletín mensual de Alados)
“Todo lo que hacemos, lo hacemos entre todos”.
Machado
El rol que ha ejercido RTVC y todos los equipos de trabajo que han participado en Señal Colombia -su canal nacional, educativo y cultural-, en el desarrollo del documental en los últimos 20 años ha sido tanto esencial como deliberado. Por un lado, su participación activa en no pocos proyectos audiovisuales de carácter documental ha determinado su viabilidad y, de otra parte, si bien el vínculo de los medios públicos en las narrativas documentales es prácticamente natural, se podría decir que, en el caso de Colombia, se ha llevado a cabo a través de una estrategia definida que le ha permitido evolucionar.
De acuerdo con la UNESCO y con las experiencias más significativas en el mundo, los medios públicos son el termómetro que mide la salud de la democracia, porque sus proyectos, procesos y contenidos reflejan la diversidad, las identidades, la pluralidad, bajo principios de independencia y autonomía de los gobiernos. Esta prosa es muy bonita, pero ¿cómo se verifica que así es? Basta con observar el catálogo de contenidos de los medios públicos de una nación: ¿Qué tipo de historias se cuentan? ¿Qué tan diversos son sus protagonistas?
Esa es una de las razones por las cuales el documental es el género de mayor afinidad con los medios públicos: la obsesión de los documentalistas por explorar historias de lo real que nos cuestionen, nos sorprendan, nos identifiquen, enriquece nuestras narrativas y fijan nuestra memoria con diversas versiones.
El canal público, educativo, cultural y nacional de Colombia es un referente claro de lo que implica una fórmula clave de calidad en este sentido: canal público + producción delegada (bisagra) + producción independiente = televisión pública de calidad con enfoques plurales.
Su compromiso con niños y niñas se ha traducido en Mi Señal, una franja, espacio y experiencias de participación que, desde la no ficción, ha sido un escenario de autorepresentación de las nuevas generación y de la exploración de sus historias por todo el país. La salvaguarda, protección y restauración del acervo audiovisual de décadas de contenidos producidos por la televisión pública es una tarea titánica de Señal Memoria. Un proceso lleno de filigrana y alquimia que, en términos de Diana Taylor, pasa “del archivo al repertorio”. Y como una manera de seguir la línea del tiempo propia de la vida, RTVC innova en la gestión de contenidos experimentales y pioneros que también están disponibles al público en la plataforma RTVCPLAY.CO, gran orgullo de lo público para la gente.
Este corto recuento apenas presenta algunos aspectos claves en lo audiovisual. Cada paso, proceso y evolución de RTVC, particularmente de Señal Colombia, ha sido el resultado de equipos de trabajo y del sector audiovisual que han sabido, en mayor o menor medida, interpretar los desafíos de cada momento, explorar, innovar, proponer, experimentar y mejorar el modelo para crecer y hacer el trabajo cada vez mejor.
RTVC es una entidad en la que se juega buena parte de la garantía y el ejercicio de derechos culturales y comunicativos de la ciudadanía. Es un termómetro que, sin lugar a dudas y luego de muchas pruebas, mide el estado de la democracia de Colombia: lo que pase o deje de pasar con esta organización es ya un síntoma.