“Estancia” Notas del director

Por Andrés Carmona, socio de ALADOS y director de “Estancia”. Nos propone una reflexión sobre los procesos de finalización, circulación y distribución de su película.

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Terminar nuestra primera película, Estancia, documental rodado en una antigua casona del centro de Medellín en un inquilinato habitado por hombres que nos otorgan un retrato coral del amor, la rebeldía y el deseo en la vejez, resultó ser toda una odisea no solo en la fase de producción, sino también durante la etapa de montaje; el tiempo, la financiación y sobre todo encontrar la estructura narrativa del documental, fue un proceso bastante complejo en el que tuvimos el privilegio de contar con la experiencia de Isabel Otálvaro, en un proceso colaborativo en el que estuve implicado como director y también como montajista.

Nos quedaba poco tiempo para encontrar el corte final y justo en el último mes de postproducción, pasamos al Laboratorio de Montaje de la 24 MIDBO, un espacio de encuentro y discusión donde los participantes buscamos decantar las películas a través del diálogo con tutores, colegas y observadores, en el cual tuvimos como asesores a Gabriel Baudet, Rodrigo Ramos y Carlos Cordero quien también estuvo a cargo de la coordinación; compartimos el espacio con dos películas más, una dirigida por Patricia Ayala y la otra por Emanuel Rojas, de quienes también recibimos valiosos aportes. Salir de la sala de edición en esta fase neurálgica de cierre con un corte bastante avanzado pero con algunos aspectos aún sin resolver, fue un riesgo que asumimos como equipo y que nos permitió volver a ver la película a través de la percepción de otras personas, ponernos en crisis en esta etapa decisiva y tener la capacidad de tomar aliento y distancia para renunciar a ciertos elementos narrativos que nos estaban distanciando del espíritu que perseguíamos con el documental, así como para dar las puntadas finales al arco de los personajes principales. Un proceso que agradecemos y valoramos ya que nos permitió llegar a la película que es hoy Estancia.

Este arduo proceso que por momentos parecía imposible de culminar y que comenzó con el rodaje en 2016 y terminó hacia febrero de 2023 con el diseño sonoro realizado por el equipo de Sonata Films y la colorización y finalización realizada por Pilar Perdomo, nos permitió entender que más que pasar de una fase a otra de producción, lo que hacíamos era pasar de una crisis a la siguiente, y la fase de distribución no fue la excepción. Buscar el estreno en festivales y planear la ruta de distribución, fue otra labor sumamente compleja cargada de incertidumbre y dificultades, que implicó mucha paciencia y constancia, hasta encontrar un lugar para que el documental se pudiera abrir al mundo, entablar un diálogo directo con las audiencias y resonar con lo que veníamos haciendo, pensando y sintiendo.

La tarea de postular la película a múltiples festivales a nivel mundial, además de tener un elevado costo económico y anímico, requiere de táctica, planeación y en buena medida, de la convergencia de múltiples factores imposibles de controlar, como el propio calendario anual de festivales que en muchos casos implica posponer posibilidades e incluso renunciar a participar en algunas convocatorias, convirtiendo este escenario en un proceso ineludible que pareciera no dar tregua. 

Tuvimos la fortuna de llegar a buen puerto en el FICCI 63 en Cartagena de Indias, dando inicio así a la ruta festivales en abril de 2024, en un recorrido que aún continúa y nos ha permitido ser acogidos en otras ciudades del país y de Latinoamérica; es así como continuamos con nuestro estreno internacional en el 15 Festival AlEste en Lima, Perú, dónde obtuvimos el premio a Mejor Película en la categoría de Vidas Cruzadas. Y de ahí en adelante, hemos tenido el privilegio de llegar a distintos escenarios como la 26 MIDBO (Bogotá), 4 Festival Cinemancia (Medellín), 23 EDOC (Quito, Ecuador), la 3 Mostra de cinema colombià de Barcelona organizada por AladosXV Salón Internacional de la Luz (Bogotá), 10 Festival de Cine de las Alturas (Jujuy, Argentina), Festival Render (Lima, Perú), y próximamente haremos parte del 10 Festival de Cine Etnográfico de Ecuador de la FLACSO (Quito), 5 Festival Resistimos (México) y FICPBA (Buenos Aires, Argentina).

Ha sido una experiencia sumamente enriquecedora hacer parte de estos escenarios que nos han permitido volver a ver Estancia a través de los ojos y oídos de las diversas personas que nos han acompañado y nos han transmitido la experiencia de ver la película en términos sensoriales y afectivos, en emotivos encuentros entre el equipo realizador y unas audiencias siempre inquietas, generosas e interesadas en acercarse a los procesos de creación y al universo personal de los protagonistas del documental.

El estreno en salas que lo estamos realizando con el apoyo de la distribuidora Danta Cine, implicó también decisiones importantes, como posponerlo un año con el interés de darle prioridad al recorrido por festivales, los cuales consideramos espacios fundamentales en términos de transmisión en el tiempo de las producciones fílmicas de una época determinada, ya que ponen en diálogo las películas con unos criterios curatoriales determinados que poseen el espíritu de las personas que están detrás de la programación y organización de estos encuentros alrededor del cine, y que a su vez, permiten que las obras cinematográficas cobren vida frente a unas audiencias que se han construido con muchos años de trabajo y esfuerzo. Desde nuestro punto de vista, la promoción que realizan los festivales y muestras resulta fundamental ya que abren un sendero que permite allanar el camino para la distribución en salas, no solo porque en muchos casos posibilitan espacios de reflexión a través de la publicación de textos por parte de la crítica, periodistas y cinéfilos de diversas procedencias, sino también porque logran aproximar las películas a las audiencias por vez primera, lo que resulta fundamental para que se llegue a lo que difícilmente se logra de otra manera: suscitar un voz a voz que luego se vea refrendado en la asistencia a las salas de cine, que en nuestro caso corresponde al circuito alternativo de exhibición del país. La apuesta por una distribución de carácter orgánica y sostenida en el tiempo, nos resulta acorde a las dinámicas propias de producción y divulgación que hemos venido explorando y desarrollando en diferentes escenarios, y a su vez, nos permite alejarnos de lógicas inmediatistas que impone y privilegia el mercado. No deja de ser una tarea compleja, ya que debe procurarse mantener el interés del público, para lo que resulta fundamental fortalecer las alianzas con entidades, iniciativas y personas interesadas en promover el cine colombiano, de manera que se puedan articular y focalizar las audiencias potenciales, que permitan llegar a muchas más personas, siempre de la mano de un buen equipo de trabajo sin el cual sería imposible lograrlo.