25 AÑOS DE LA MIDBO, ALADOS Y MÁS ALLÁ…

Por María Luna Rassa. *Directora artística y coordinadora de secciones de la Muestra Internacional Documental de Bogotá 25MIDBO 

Cuando somos grupo somos más fuertes, nos atrevemos a creer en lo imposible y somos capaces de cosas a las que no nos aventuraríamos en soledad. Es lo que provoca, no exento de responsabilidades y compromisos, el pertenecer a una asociación que crece año a año como ALADOS.

Este año celebramos 25 años de existencia, como asociación con su proyecto más persistente: La Muestra Internacional Documental de Bogotá, que cada año convierte a Bogotá en un nodo del documental y lleva esa fascinación por el cine de lo real con sus itinerancias a otros lugares del país. Somos una asociación cuyos miembros estamos dispersos por muchas regiones de Colombia– y más allá-. Hacemos comunidad conectados alrededor de intereses compartidos y gustos por el cine de lo real. Nos sentimos arte y parte de una muestra de carácter internacional y de proyectos como el Cendoc, La Pesadilla de Nanook, la línea de formación y el semillero, que se nutren año a año del liderazgo y esfuerzo colectivo de sus miembros.

Es extraño pensar que se ha estado una buena cantidad de tiempo viendo crecer ese tejido asociativo. Primero desde la admiración y expectativa que generó el nacimiento de la MIDBO, hoy, desde la bellísima y compleja experiencia de la dirección artística de la muestra, junto a un equipo con el que compartimos la misma admiración por este espacio y sus memorias. Su inicio rutilante llamado Pensar el Documental, como punto 0 en 1998, dejó huella en la formación de muchas y muchos de quienes hoy estamos, de una forma u otra, cercanos a la experiencia práctica y reflexiva del documental. Vimos emerger la asociación y la muestra gracias a gestores, artistas y cinéfilos como Ricardo Restrepo, Diego García, Marta Rodríguez, Luis Ospina, Óscar Campo, Gustavo Fernández, Clarissa Ruiz, Julian David Correa y todas aquellas personas que en tiempos de festival veíamos transitar de un lado para otro entre la Cinemateca Distrital, el Mambo y la Biblioteca Nacional. Tal vez persiguiendo las películas, encontrándose alrededor de un desayuno en La Florida y buscando entablar diálogos con las y los invitadxs. La vimos permanecer en el tiempo gracias a sus equipos directivos Ricardo Restrepo, Patricia Ayala, Pablo Mora, Germán Ayala, Ana María Salas, Paola Figueroa. También, para los que no siempre podíamos estar en Bogotá, la vimos llegar felizmente a auditorios de nuestras ciudades cuando el internet no nos permitía encontrar todo a la vuelta de la pantalla. Y esas memorias (cada uno de los que perteneció pondrá los rostros, rutas y películas de su elección) forman parte de nuestra ‘video-filia’y de nuestra pasión por el documental. Como no, quien escribe este texto tiene sus memorias de juventud arraigadas en los, hoy vintage, años 90, somos de la generación eslabón que se encuentra entre los cinéfilos que fundaron Alados, y los nativos digitales que la van poblando de nuevas miradas, proyecciones y recuerdos.

En estos años también hemos visto crecer a ALADOS, hoy somos una comunidad de creadores de cine, en forma de películas, pero también de escritura, crítica, investigación, docencia, curaduría y exhibición, entre muchas otras actividades que también, cómo no, forman parte del ‘hacer cine’. Ese hacer que nos gusta poner por encima de la reflexión, pero que en realidad es una parte más del entramado de hacer-sentir-pensar que da sentido a nuestras acciones. No podemos, por supuesto, olvidar la fuerza de la propuesta de participación política desde el sector que reivindica nuestra existencia como grupo y reclama nuestra posición en el campo del cine y el audiovisual colombiano. Muchas Aladas como Pilar Perdomo, Diana Díaz, Ana María López y Paola Figueroa nos representan incansablemente en estos espacios. Y, sobre todo, compartimos la emoción que nos producen los encuentros, las nostalgias y las nuevas ideas y personas que llegar a juntarse alrededor de este gusto por el cine de lo real.

Este año será especial, porque llega una muestra conmemorativa. En conjunto con el gran número de aliados y público de la muestra, vamos a celebrar la historia y proyectar la 25 MIDBO hacia los confines del documental. Con la idea de Recrear lo Real queremos mantener el carácter innovador y arriesgado de la MIDBO y nos aventuramos a incluir el diálogo ético y estético sobre la gran experiencia con actores naturales que ya forma parte del carácter del cine colombiano. También pensamos en las múltiples posibilidades que surgen de las apuestas ensayísticas, las fantasías que emergen de lo real, y estamos atentas y atentos, como en cada convocatoria, a los diálogos y debates que llegan con las películas. Expandido será un espacio de dinamización de memorias y de participación y colaboraremos muy de cerca con La Pesadilla de Nanook que dedicará su número especial a este 25 aniversario. Y por supuesto, seguimos enfocándonos en los públicos, los que fuimos y los que seremos. Somos fieles a nuestro carácter especializado con una programación académica y de películas exigente, innovadora y de alta calidad, pero también queremos detectar limitaciones, interpelar nuevas audiencias, seguir viendo desfilar a los más jóvenes en los matinales de la cinemateca y tocar la puerta de los más mayores con nuevas estrategias. Nuestra intención, de la mano de la gran experiencia de Julio Lamaña en la Coordinación de públicos es construir un puente intergeneracional a través del cine.

No se si 25 años nos da suficiente trayectoria para sentirnos un clásico, no se si la antigüedad es parte de esa calidad por la que nos hemos preocupado siempre desde la programación, pero lo que sí puedo decir con convicción es que ser parte de esta gran celebración es motivo de un extraño orgullo colectivo, una satisfacción de ‘lo vamos a volver a hacer’, entre todas y todos. Persistir en tiempos de lo efímero, como bien sabemos, parte de no permitir que lo nuevo arrase lo que fue. Es trabajar con consciencia de ser parte de procesos asociativos y del seguimiento de unos métodos que han asegurado la permanencia y continuidad de la MIDBO a lo largo de estos años. Esto no sería posible sin la organización de ALADOS, agrupación que nos acompaña en ese impulso de recrear, que no es nada más que volver a plantar pacientemente las semillas para volver a comenzar, en cada festival, en cada uno de estos 25 ciclos.

Así que aquí vamos otra vez. Nuestra convocatoria ya está abierta, divulguémosla, participemos y hagamos de la MIDBO y de la participación en los proyectos de ALADOS nuestra propia recreación de lo real, ¡nos vemos en la construcción de esta 25 MIDBO!

Inscripciones aquí
https://filmmakers.festhome.com/